Claro, quizás sepas dónde está el control remoto de tu televisor mientras ves el último partido, te das un atracón
de Juego de Tronos o tus otros programas favoritos. Sin embargo, la cosa cambia por completo cuando entras en la habitación, te sientas, buscas el control remoto y descubres que no está.
Aunque tu primera reacción sea activar una alerta ámbar por el control remoto perdido, lo más probable es que nunca haya salido de casa. Antes de entrar en pánico, piensa en lo que hiciste la última vez. ¿Te levantaste a comprar algo para picar y beber? Abre el refrigerador y fíjate si lo pusiste ahí sin querer. Aunque suene raro, hay gente que lo ha hecho.
El siguiente paso es revisar la habitación donde recuerdas haber visto el control remoto por última vez.
- Mire debajo de los cojines del sofá.
- Palpe los lados de los muebles.
- Agáchate y mira debajo de los muebles.
- Revisa el televisor y el centro de entretenimiento de tu casa, sobre todo si tienes compañeros de piso o invitados. Puede que lo hayan puesto aquí en lugar de dejarlo en tu lugar favorito.
- En el dormitorio, mire debajo de las almohadas, retire las sábanas y revise entre los colchones, así como debajo de la cama y los muebles.
- Si hay niños en casa, pregúntales si lo han visto. Quizás se lo llevaron porque se lo ocultaban a un hermano o lo usaban como juguete.
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