- Retire las baterías y vuelva a colocar la tapa de las mismas.
- Limpie la zona alrededor de los botones con un hisopo de algodón. Humedezca el hisopo con alcohol isopropílico y limpie con cuidado las pequeñas grietas y hendiduras alrededor de los botones y los laterales del control remoto.
- Use un paño suave para limpiar el resto del control remoto. Humedezca ligeramente el paño con alcohol isopropílico, limpie el control remoto y déjelo secar al aire.
- Limpie el control remoto y los botones con una toallita antibacteriana. Déjelos secar al aire.
- Reemplace las baterías.
Adquiera el hábito de limpiar los controles remotos
Durante la temporada de gripe y resfriados, una de las maneras en que todos en casa se enferman es al tocar el control remoto. Toses o estornudas y te cubres la boca con la mano mientras ves tu programa favorito. Luego tocas el control remoto del televisor sin acordarte de lavarte las manos, y ahora los gérmenes se divierten en el control remoto. Después, tu hijo toma el control remoto para poner una caricatura o una película y se frota los ojos. Ahora, esta personita también corre el riesgo de enfermarse.
Con la temporada de resfriados y gripe a la vuelta de la esquina, es importante adquirir el hábito de limpiar los controles remotos semanalmente.